Para resumir una larga historia...
La cerámica se está convirtiendo en una baza importante para la creación del siglo XXI, en este periodo del Antropoceno donde una gestión radical de los recursos y de la energía se ha convertido en la condición sine qua non para nuestra supervivencia en este planeta.
El horno de cerámica Girel 3E es una herramienta de alto rendimiento, con una huella de carbono mínima, que nos permite dejar de utilizar electricidad y combustibles fósiles. Es el horno ideal para cualquier diseñador que quiera armonizar su ética y su práctica, a la vez que da un valor adicional a su estética.
Este horno responde a tres exigencias contemporáneas fundamentales, las 3E, a saber:
Ergonómico: una sola persona puede llevar a cabo la cocción, sin tener que agacharse o moverse para alimentar el fuego o realizar ajustes. La cámara es amplia pero poco profunda, por lo que es fácilmente accesible, y la carga se realiza de pie.
Económico en su construcción y en su uso: autoconstruido en pocos días, cuesta 4 veces menos que un horno de gas del mismo volumen. Con su capacidad de 650 litros útiles, consume entre 150 y 200 kg de madera para una cocción a más de 1300°.
Ecológico : gracias a su sistema de postcombustión, el horno rechaza los humos limpios en la atmósfera, consume muy poca madera, puede ser desmontado y reconstruido en otro lugar si es necesario.
La flexibilidad de su control permite tanto los esmaltes más refinados como los efectos más salvajes de la llama o de la ceniza, los ritmos de enfriamiento relámpago o la maduración de algunos días.
Es una forma de legado a la comunidad cerámica del que "escucha pasar las nubes" mientras golpea las teclas de su fogón.